Este fin de semana se ha celebrado en Valencia la I Jornada ‘Para mirarte mejor’, organizada por La pizarra Opositores. Hemos estado presentes, aprendiendo, compartiendo y disfrutando. Somos parte de este cambio de paradigma en el sistema educativo.
Catherine L’Ecuyer: Educar en el asombro
“Tengo que bailar más, no me llega el aire”. Esto lo dice Catherine L´Ecuyer subida en el escenario desde donde se dirige a casi mil personas que la escuchan, arrobadas, mientras habla sobre la importancia de educar a los niños en el asombro causado por todo lo bello que les rodea. La Belleza de la que hablaba ya Platón, la expresión visible de la Verdad y la Bondad.
¿Qué es bello para un niño?
Todo aquello que respeta la verdad y la bondad de su naturaleza: sus ritmos, su inocencia, su necesidad de límites, su sed de belleza…
Catherine L´Ecuyer
Catherine ha hecho su entrada en escena bailando swing con un grupo de artistas. Con la mayor naturalidad del mundo, se deja llevar por un excelente compañero de baile que la incluye en la coreografía concebida como tránsito a su ponencia, tras la inauguración de las Jornadas “Para Mirarte mejor”, organizadas por nuestros amigos de La Pizarra Opositores el 30 de marzo de 2019. Me ha sorprendido la calma con la que Catherine se ha tomado este momento (absolutamente inesperado para ella, según me cuenta después, a la hora del almuerzo) y cómo luego ha presentado de forma brillante, durante casi hora y media, sus tesis sobre lo que ha de ser la educación, basada en el respeto a:
- Los ritmos de los niños
- Las etapas de su infancia
- Su capacidad de sorprenderse por los pequeños misterios del mundo
Es una de las muchas imágenes de BELLEZA de estas primeras jornadas educativas “Para Mirarte Mejor. El Cambio de Paradigma en el Sistema Educativo” que me llevo grabadas en el corazón y en la retina. Hacía tiempo que no disfrutaba y me removía emocionalmente de este modo en un encuentro educativo. Lo que vivimos durante la jornada del sábado las casi mil personas que acudimos a la llamada de Sergio y Bea, creadores del proyecto “La Pizarra Opositores”, da para mucho más que un post.

Porque, además del baile, no es casual que unas jornadas se celebren en un escenario repleto de libros bellamente ilustrados. Es toda una declaración de intenciones el usar las Inteligencias Múltiples como hilo conductor, y no solo con el swing. Todo el camino fue mágico, desde el arranque con la lectura de un cuento que habla de sueños hechos realidad, mientras suena la música y contemplamos los trazos hipnóticos en la arena puesta sobre una mesa de luz; hasta la clausura, que mezcló el Visual Thinking con un resumen cantado (¡sí, cantado!) de todo lo que los participantes habían compartido con nosotros.
¿Y qué decir de la energía de los dos presentadores que condujeron la jornada, que son maestros y preparadores de La Pizarra Opositores? Yo les fichaba para llevar la gala de los Goya el próximo año. De verdad.
Estas jornadas hablaban de un paradigma educativo construido por todos, desde la creatividad y la pasión; hablaban de una educación hecha por personas apasionadas y vocacionales y para el crecimiento del SER. Un ideal de Educación muy cercano a la que yo defiendo.
Jorge Ruiz: El origen de la confianza

Jorge Ruiz, de Maldita Nerea, nos habla de la responsabilidad que asume el que se sabe escuchado, del artista y también del maestro y del profesor, dada la influencia que tiene sobre su “público”. Porque, como dice Mar Romera, encargada de cerrar con broche de oro las jornadas, “los niños no aprenden; NOS aprenden”. Jorge habla, a corazón abierto y con una sinceridad apabullante, de sus experiencias como hermano, como alumno adolescente, como padre, como artista y cantautor…. Y al hacerlo nos habla del viaje vital de cada uno de nosotros, en el que hay muchos momentos de oscuridad antes de encontrar las señales que nos llevan a la luz. Finalmente nos cuenta cómo un buen profesor puede mostrarnos las señales y ser el origen de nuestra confianza. Enseñar, In-Signare, “mostrar el camino”, las señales, nuestro SINO.
Seamos profesores-luz, iluminemos para que cada niño encuentre su talento en lugar de generarle oscuridad. Porque el miedo es, según Jorge, la menor presencia de amor.
Y, por tanto, el profesor que mira desde el amor y poniéndose a la altura del aprendiz es el origen de la confianza, esa que necesitamos para hacer que nuestros sueños se hagan realidad.
Mesa de expertos: Debate a cargo de niñas, niños y adolescentes
La tarde se inaugura con una mesa redonda en que los protagonistas son, esta vez, los niños, que nos cuentan la escuela que quieren. Los modera Inma López, la directora de La Nostra Escola Comarcal, uno de esos escasos, pero maravillosos, ejemplos de escuela construida democráticamente con las familias y los docentes remando en la misma dirección. A los niños les acompaña Rosa Molero, Directora General de Infancia y Adolescencia de la Consellería educativa de la Comunidad Valenciana.

Los niños desgranan sus deseos y ponen a prueba a los mayores: quieren una escuela donde se cuente con su opinión y sus gustos; donde se aprenda de modo variado, motivador y divertido; con la cantidad justa de deberes para que no tengan que perder las tardes de su infancia en aprendizajes memorísticos que sienten que no sirven para nada. Una escuela en la que, una vez ellos tengan claras sus metas, les ayuden y motiven para alcanzarlas, y una educación que les sepa mirar mejor. Casi nada.
Mar Romera: La escuela que quiero
Mar Romera, visiblemente conmovida tras un día de emociones fuertes, es la encargada de cerrar la jornada. Con la energía, la pasión y el compromiso que la caracterizan, nos lleva en un crescendo narrativo a la escuela que quiere, la que todos los presentes buscamos y tenemos que defender. De su ponencia, me quedo con varias ideas que quiero compartir con todos los lectores.
- La primera, es que la nueva educación tiene que tener siete sentidos, y no cinco. El sentido común y el sentido del humor también deben reinar.
- La segunda, es que saber lo que tengo que hacer no garantiza que sea capaz de hacerlo.
- La tercera, que la escuela la construyen buenas personas, y debe ser una escuela en la que se eduque la inteligencia emocional, pero también que eduque de modo afectivo y emocionante.
- La cuarta, que para amar profundamente hay primero que admirar, y que los profesores que son admirados por sus alumnos son capaces de mover en ellos montañas y hacerlos llegar volando donde ellos sueñen.
- Y, por último, la lección que Mar ha aprendido de Ken Robinson: que el cambio necesario está en ti, está en cada uno de nosotros.
Cierro este post con dos gestos muy humanos de los organizadores que son expresión final de la BELLEZA de lo vivido en esta jornada: el suspiro nervioso de Bea, dando las gracias a todos los asistentes y reconociéndose embargada por la emoción del momento, y los ojos brillantes y emocionados de Sergio. Fueron la expresión más genuina de que los maestros apasionados y comprometidos pueden “despertar al diplodocus”, como diría José Antonio Marina.

Y, mientras tanto, que no se nos olvide la frase de Catherine: “necesitamos bailar más”. En las escuelas y con la vida.
Enhorabuena por este bellísimo trabajo qué estáis haciendo por una educación auténtica tan necesitada, no solo de renovación, sino de ilusión compartida y docentes con ganas de saltar las barreras convencionales para hacer de nuestros alumnos personas preparadas e ilusionadas para afrontar su futuro. ¡Gracias y adelante!
Estamos todos trabajando por una misma causa, y uniendo esfuerzos y voces, además de generar un sano debate, esto de la educación con sentido avanzará en la dirección correcta. Muchas gracias por tu comentario.