No estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época. El nuevo contexto definido por la globalización nos obliga a reconceptualizar el papel que la educación tiene para preparar a los ciudadanos del siglo XXI en la resolución de los complejos problemas a los que nos enfrentamos.
Paciencia, resiliencia y educación
En la sociedad de la “modernidad líquida”, del individualismo egoísta, la autocomplaciencia, la recompensa automática y la inmediatez, es muy complicado desarrollar en los niños y adolescentes la paciencia y la resiliencia suficientes para aprender reflexivamente, con calma y sin rechazo a la idea de que, casi siempre, lo que merece la pena se consigue con tiempo y esfuerzo.