Educar en la responsabilidad es una tarea de todos. Implica asumir nuestros hechos cotidianos, tener un comportamiento cuidadoso para con los demás, porque cuidando al otro, también nos cuidamos y crecemos como seres humanos. Una responsabilidad que, bien asumida, nos librará tanto de los extremos del individualismo egoísta como de la culpa, esa piedra que pesa tanto en la mochila y nos impide avanzar.
Educación y biodiversidad, guardianes de futuro
Una de las causas de la pandemia que estamos sufriendo es la pérdida de biodiversidad, que permite que patógenos como el COVID-19 entren con mayor facilidad en contacto con los seres humanos y los infecten. Por ello, es muy urgente que la educación ejerza como catalizador, como motor de cambio para construir un futuro donde la Humanidad prospere respetando los límites ecológicos del Planeta. Esa nueva educación posibilitará, a su vez, un nuevo orden socieconómico basado en la justicia social, el uso de energías renovables y el consumo sostenible de los recursos.