La invitación al encuentro
¿Qué sucedería si incluyéramos en los currículos escolares una disciplina llamada “estudio del futuro”? ¿y si los futurólogos diseñasen un modo de que los niños y adolescentes en las escuelas pensaran sobre futuros plausibles? ¿Cómo serían nuestros centros educativos si los futurólogos pudieran entrenar a los profesores en el uso de herramientas para, literalmente, enseñar el futuro? Quizás a los lectores se le habrá venido a la cabeza la imagen de algún personaje televisivo con largas guedejas y frente abombada, una túnica con adornos de purpurina, una bola de cristal y unas cartas de tarot delante. Esa misma “visión” se me cruzó por un momento cuando José Picó me invitó a asistir a una comida y un taller en los que Peter Bishop, un futurista americano, iba a hablarnos sobre la Fundación Teach the Future. “Organizamos el evento conjuntamente Espacios Maestros, y mi amiga Mónica Quintana, con su equipo de Mindset, ¿puedes venir?”
A pesar del primer segundo de incredulidad, sabiendo de sobra que José Picó es un knowmad, me dije, sin embargo: “Si José me asegura que es una oportunidad de aprender algo fascinante, no puedo perdérmela”.Y si estoy aquí escribiendo para contarlo, es porque realmente fue una jornada que merece la pena compartir con todos vosotros.

Una comida muy “nutritiva” en todos los sentidos
El viernes 18 de octubre de 2019 nos reunimos, en uno de los restaurantes más castizos de la Plaza Mayor de Madrid, un grupo selecto de directores de varias de las escuelas más avanzadas de este país, algunos expertos en educación y otros tantos emprendedores, para conocer a Peter Bishop y asistir después a su primera conferencia´-taller en España. Fue un placer volver a coincidir con Áurea González, (Internacional Lope de Vega); con Esther Fernández (Colegio Joyfe), con Félix López (SEK Lab EdTech Accelerator) y Elena Cid (CICAE), y conocer, entre otros, a Mercedes Santos (Colegio Ártica) y a Sonia Díez, autora del libro EducAcción y fundadora y promotora de Grupo Horizonte Ítaca.
Indagando los días previos sobre la vida y carrera de Peter Bishop, descubrí con admiración que no es precisamente un charlatán televisivo de bola de cristal. El Doctor Bishop, profesor universitario ya retirado, es el ex director del programa de posgrado en “Estudios de Futuros” de la Universidad de Houston. Es Doctor en Sociología por la Universidad estatal de Michigan, y tiene estudios universitarios en Matemáticas, Física y Filosofía. Una mente humanista, en el más amplio sentido de la palabra. El Dr. Bishop es especialista en técnicas de pronóstico y planificación a largo plazo, ha publicado un libro titulado Thinking about the Future: Guidelines for Strategic Foresight, del que es coautor con Andy Hines, y actualmente realiza seminarios para empresas, gobiernos y organizaciones sin fines de lucro, ayudándoles en el desarrollo de escenarios, visiones y planes estratégicos para el futuro.

En cuanto a su relación con el mundo educativo, el Dr Bishop creó la fundación Teach the Future en 2014. En este último lustro ha impulsado sus acciones partiendo de una premisa principal: Los estudiantes de cualquier edad pueden aprender a pensar de manera crítica y creativa sobre el futuro y convertirse, así, en agentes activos para cambiarlo. O, dicho de otra manera, podemos enseñar a los chavales a prever las consecuencias negativas de un futuro predecible y esperable y cambiarlas de forma positiva, para construir activamente un mundo mejor.
Durante la comida juntos, iniciamos un rico debate sobre la necesidad de empoderar más a los jóvenes para que abandonen el discurso pesimista actual de que “no hay futuro” (cuántas conexiones con este post que escribí hace un tiempo y con la iniciativa que estamos apoyando desde Educando, UnLearn Education). Pensamos, además, en formas concretas de aportar, entre todos, a esta idea de “enseñar el futuro” desde nuestras empresas, patronal y colegios.
Conferencia y taller con más amigos: la presentación oficial del proyecto Teach the Future
El taller se celebró en el Madrid International Lab, y allí nos encontramos con otros buenos amigos, como David Vivancos (experto en aprendizaje a través de la Inteligencia Artificial) y más directores de colegios que están impulsando el cambio educativo (Pedro Sampedro, Presidente del colegio Mirasur, donde tuve la suerte de disfrutar durante dos años como directora pedagógica; Pedro Osma, del colegio Santa Gema y Almudena Buciega de Florida Universitaria entre otros). Durante dos horas, pudimos entender un poco mejor el modelo que se ha diseñado para las escuelas. El marco teórico está dividido en seis momentos:

- FRAMING: focalización del proyecto, definición del tema sobre el que queremos discutir.
- SCANNING: recogida de datos e información para profundizar en el tema elegido.
- FORECASTING: describir el futuro esperable y contraponer a él los futuros plausibles que nos abren más posibilidades.
- VISIONING: visualizar un futuro diferente, que sustituya las consecuencias negativas o nocivas de las tendencias actuales.
- PLANNING: planificar la estrategia necesaria para conseguir ese futuro más esperanzador,
- ACTING: ser agentes de cambio para desarrollar la estrategia.
Durante el taller que siguió a la ponencia de Peter Bishop, pudimos experimentar con tres herramientas concretas: el organizador gráfico para el “Cuestionamiento de las asunciones previas”, la “Matriz de Cambio” y La “Rueda de implicaciones futuras”. Trabajando en pequeños grupos, nos dimos cuenta de hasta qué punto el mundo que conocemos condiciona cómo imaginamos el futuro. A los adultos nos queda mucho por trabajar en cuestión de pensamiento divergente. Pero la plasticidad cerebral de los niños es un regalo que no podemos despreciar, y deberíamos trabajar adecuadamente con ella para poder atender a estos entornos VUCA y los desafíos actuales de los que hablé en este otro post.

La propuesta de Teach the Future puede ser un aliado excelente. El sitio web de Teach the Future ofrece materiales gratuitos y descargables (como el libro The Futures Thinking Playbook) para los profesores que quieran indagar más en este modelo y comenzar a usar alguna de las ideas propuestas para sus clases.
Las ventajas de este diseño metodológico
Quizás la gran pregunta que se hace esta metodología es: ¿cómo afrontarán los jóvenes de hoy los cambios que nos traerá el futuro? Hay una forma algo más condicionada, en la que tranquilizamos nuestras incertidumbres preparándonos para las contingencias que se esperan, una vez que hemos comprendido cómo nuestro pasado y nuestro presente están marcando unas tendencias que conllevan cambios previsibles (sean estos graduales o disruptivos); pero hay una segunda manera, mucho más proactiva, que es enfrentar lo que nos deparará el devenir, influenciándolo desde hoy con nuestros hechos y retando nuestras creencias, a través del pensamiento crítico y creativo. Y si bien sabemos que esa manera de actuar no puede resolver todas nuestras incertidumbres, al menos sí nos da flexibilidad cognitiva y facilita el pensamiento divergente, a la vez que la resiliencia necesaria para no cejar en el empeño de construir un mundo mejor al que, según parece, estamos condenados.
No perdamos la fe. Gracias, Peter Bishop, por darnos más herramientas.

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